31 julio 2017

Softcombat: El camino de la espada moderna



La sociedad evoluciona al paso del tiempo, al mismo tiempo sus costumbres y tradiciones, una de ellas ha sido el combate. Cada parte del mundo tiene su forma distinta de combatir, ya sea con armas o sin ellas, hecho que ha destacado mucho en algunos circuitos de artes marciales mixtas o luchas vale todo. Pero los estilos de combate con armas tienen su lugar también.

Hoy en día ha prosperado en varias partes del mundo un deporte denominado softcombat que se basa en la realización de combates con replicas de armas blancas antiguas o modernas, pero fabricadas de materiales inofensivos. Llevan un centro que puede ser de fibra de vidrio o PVC (policloruro de vinilo) pero el resto del cuerpo del arma esta acojinado con distintos materiales que absorben el impacto y disminuyen el riesgo de lesiones entre los contrincantes.

Pues lo principal en el softcombat es la técnica, el estilo y la destreza del participante a la hora de blandir su arma, no su resistencia al impacto físico. En este deporte alternativo, como le llaman algunos, se pone en primer lugar la seguridad de quienes lo practican, por eso las armas, que pueden ser replicas de espadas, sables, hachas, katanas y otras armas más variadas, tienen que pasar una validación para constatar que no puedan generar lesiones o impactos contundentes en los participantes.

Muy distinto a los que practican el “combate medieval histórico” en donde las armas sí son reales, en donde los contrincantes tienen que usar armaduras completas para tratar de salir ilesos del los enfrentamientos. Desgraciadamente en esta impresionante modalidad no siempre es el estilo o la destreza con el arma es lo que hace ganar el encuentro, sino la resistencia a los golpes. Por su lado en el softcombat con usar unos lentes y guantes de protección es suficiente.

Los que hemos practicado ( y dado clases) los deportes de combate por años conocemos el riesgo de blandir una espada o sable real, pero si lo vemos por el lado de los valores y virtudes que trae la practica de estos estilos de combate, sabemos la importancia de la disciplina en esto. Y no importa si la espada es de acero, de madera o de esponja, lo único que importa es quien la blande y como lo hace. Su honor no quedará en duda si lo hace correctamente y con un noble fin.

Los orígenes del softcombat se remontan al año de 1977, a la ciudad de Washington, la capital de EUA, en donde un grupo de juego de rol en vivo, de los denominados LARP (live action rol play), creó este formato de combate para sus encuentros, en donde la destreza con el arma y divertirse sanamente era lo principal. Posteriormente este formato de combate se extendió por gran parte del mundo, y hoy podemos encontrar agrupaciones de softcombat en España, Alemania, Eslovaquia, Rusia, Perú, Uruguay, Francia, Inglaterra, Bolivia, Argentina, Colombia y México.

Ya se realizan torneos nacionales e internacionales de este deporte que cada día gana más adeptos, incluso ya se están formalizando las agrupaciones en organizaciones oficiales que le den validez para impulsarlo como una moderna disciplina de combate deportivo como ya lo es la esgrima o el kendo. No es un arte marcial pues no esta hecho para la guerra, pero todas sus técnicas surgen de los distintos estilos de combate marcial creados en la antigüedad y en los desarrollados en épocas modernas. En pocas palabras, de darse la necesidad, sus técnicas sí son factibles de aplicación en una situación real de combate. Que se practique con espadas de foami (etilvinilacetato) no le resta funcionalidad a sus movimientos.

El camino de la espada moderna va ganando terreno en un mundo en donde los videojuegos estancan a la juventud en una silla de forma estática, el softcombat es una muy buena opción para hacer deporte al aire libre o en gimnasios con espacio suficiente para poder desenvolver sus movimientos. Los reglamentos en casi todos los países son muy similares, con algunas variantes regionales, que enriquecen el amplio menú de técnicas y estilos que se pueden utilizar en este deporte que hoy en día es practicado por muchas personas, desde principiantes de 13 años hasta guerreros maduros de 51 años, que todavía blanden sus espadas con honor y dignidad. Como siempre debió haber sido.  

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Woow Excelente sr. Belduue, prácticamente usted escribe de todo! felicidades, me gustó el reportaje