19 enero 2013

No temas a lo desconocido



Algo es que es muy normal, y muy humano, es temer a lo que no se conoce o no se tiene un control sobre eso. Y nadie podrá negar que no hay nada más incomodo que la incertidumbre que nos da la duda que nos plantea algún hecho que no comprendemos y que nos parece desconocido.

El ser humano en sus inicios le rendía culto, y adoración, a esos fenómenos naturales que para su limitado conocimiento, en ese entonces, eran de índole inexplicables o sobrenaturales. El hombre adoró al Sol, la Luna y las estrellas, temió al huracán, a la tormenta, a los terremotos, y todo aquello que consideró peligroso y superior a él.

Pero poco a poco, con el paso del tiempo, el humano se percató de que todos esos fenómenos que tanto le impresionaban o perturbaban, tenían una explicación simple y natural. Fue adquiriendo más conocimiento de lo que le rodeaba, y surgió la ciencia, con ella logró sacar provecho de su saber, e incluso llegó a controlar algunas manifestaciones de la naturaleza, de tal manera que llegó a desarrollar eso que hoy conocido como tecnología.

Con en avance de los siglos, se dejó de temer a muchos fenómenos, que con el paso de los días, formaron parte del saber general de todos, y que por lo mismo, ya no se les temía, y mucho menos se les rendía algún tipo de veneración. Sin embargo, entre más respuestas se buscaban, más preguntas surgían, pues el saber el cómo y porque de las cosas no siempre fue suficiente, había que estar absolutamente seguro de las cosas, pues durante el camino en busca del saber, no lo podemos negar, hubo notables perdidas de personas, ya sea por descuidos o por abuso de ese conocimiento.

Pero seamos realistas y objetivos, el saber y su búsqueda, no son malos de ninguna manera, todo lo contrario, ha sido su ignorancia, o su abuso voluntario, lo que ha causado numerosas desgracias, de las cuales debemos de aprender para no volver a repetirlas. La falta de ética de varias personas al usar algunos conocimientos han sido lamentables, pero no por ello debemos de detenernos para seguir adquiriendo más saberes que pueden ser de mucho más ayuda para todos nosotros.

Sin embargo, a pesar de toda la ciencia y tecnología que se ha desarrollado en estos miles de años que tenemos en la Tierra, todavía hay algunos fenómenos que siguen causando controversia, y hasta miedo, en algunas personas. Y es ahí donde las personas vuelven su imaginación al mundo de lo preternatural, y posiblemente en esa misma zona ponen a lo de índole extraterrestre, aunque siendo objetivos, lo extraterrestre no tiene nada de preternatural, pues a final de cuentas su origen es natural, aunque solo su ubicación de origen pudiera ser distinta, pero no por ello, superior a lo humano o lo terrestre, solo distinto.

Y es aquí donde también debemos de recordar a aquellos que, vilmente, han querido jugar y burlarse de la inocencia o ignorancia de otros, dándoles a creer cosas que son falsas, aprovechándose de su alta posición en la sociedad o en los medios, para hablar y esparcir su mentira entre los fáciles de manipular para intoxicar sus mentes.

Ellos buscan infundir el temor a lo que aparenta ser desconocido, pero no porque algo sea poco investigado debe de ser temido, para nada. Con mayor razón se debe de ir en búsqueda de la respuesta que de solución a ese aparente misterio, que si se manifiesta en este mundo, en nuestro mundo, entonces quiere decir que obedece a las leyes de la naturaleza, o a las ciencias naturales, y que por ellas mismas se le puede analizar y resolver.  

No temas a lo que no conocer o comprendes, no creas que es superior a ti, si eso, sea lo que sea, está en este mundo, está para que busquemos su explicación y que podamos aprender más de ello, y si es posible aprovecharlo para el nuestro bien, y el de los demás.

No hay mejor forma de eliminar el temor a algo, que saber su explicación y como se puede controlar, pero para ello, hace falta investigar.

Fuente: http://info7.mx/editorial.php?id=2670

14 enero 2013

Abraza la verdad



A lo largo del tiempo muchos me han preguntado que si yo creo en los ovnis, extraterrestres o en fantasmas, duendes y cosas de esas. Y la verdad, les digo que yo no creo ni me interesa creer en una cosa o en otra, lo que a mi me interesa es saber, conocer la realidad sobre esos casos.
He visto como muchos autonombrados “investigadores” presumen mucho el tener 10, 20, 30 o más años “investigando” casos de ovnis, casos de criptozoología o fenómenos paranormales, y los mencionan con mucho orgullo, pero cuando llega uno y les pregunta ¿cuántos casos han resuelto en todos esos años de “investigación”? Ellos caen en un abrumador silencio, y en otros casos estallan en una ira desmedida al verse cuestionados y puesta en tela de duda su “trayectoria”.
Pero es aquí donde se ve la calidad de investigación, si es que así se le puede decir, a lo que algunos hacen. La labor de indagar a profundidad es lo que nos llevará a resolver esos misterios que tanto asombran a unos y causan temor a otros. Pues a final de cuentas, ellos deben de recordar que si se quieren ser merecedores de ser llamados “investigadores”, su labor debe de ser digna de ello, deben de resolver dudas, contestar preguntas y poner a prueba sus hipótesis, pues de lo contrario volverían a caer en la cómoda mediocridad de los “investigadores” del siglo pasado, que solo contemplaban los misterios, pero nunca los resolvían.
Es como aquellos que se creen todos los videos raros, de presuntos ovnis o cosas de apariencia paranormal en internet, y que luego los reenvían para que otros los vean, sin antes checar la veracidad de los mismos. Eso no es investigar, eso solo es hacer más ruido y viciar la información.
A todos los que hoy en día se dicen investigadores, les hago la petición de que hagan el firme propósito de apegarse a la realidad, a los hechos, ser objetivos y serios, a no temer el repudio de los fanáticos y mercaderes de la mistificación. Por su honor, por su dignidad, si van a investigar háganlo de verdad. Si así lo hacen, su trabajo trascenderá el tiempo y las fronteras, pues la verdad todos la desean conocer, pero la mentira nocesita de más mentiras para avanzar.
Está en tus manos escoger que camino seguirás.

Fuente: http://www.acusticavisual.net/lea2000/index.php/columnas/97-av

08 enero 2013

El nuevo cambio de conciencia: El escepticismo



Como todos nos dimos cuenta, los medios de comunicación y los científicos del mundo así lo corroboraron, comenzó el año nuevo y el mundo no llegó a su fin, ni se levantaron los muertos, ni llegaron los extraterrestres, ni hubo cambio de polaridad o de campo electromagnético del planeta. Nada de eso ocurrió.

Lo que sí ocurrió, fue que las personas, cada vez más, están dejando de creer en cuestiones místicas o mágicas, pues están decepcionadas de todos los numerosos fraudes que tanto anunciaron los líderes pseudo-espirituales, “venerables maestros”, supuestos canalizadores, contactados y demás individuos similares que se dedican el comercio de lo misterioso. Y no podemos negar que ellos mismos se lo buscaron, generaron el cambio de conciencia que tanto decían, pero no sucedió como ellos habrían querido, sino todo lo contrario, el cambio de conciencia general fue abrazar la ideología del escepticismo, el no creer en cosas de apariencia ilógica o irracional, y que no tienen evidencia sustentable que les de veracidad.

Así es, la gente ya no cree tan fácil en cualquier cosa que le digan, no sin evidencias y pruebas que den sustento a eso que se dice. Esto, en definitiva causará un serio problema en los mercaderes de lo esotérico, pues su negocio se basa en el engaño y en que las personas crean lo que ellos dicen sin ser cuestionados y puestos en tela de duda. Están cosechando lo que ellos mismos sembraron con sus falsas profecías, visiones y desinformación, la gente ya no cree en ellos.

Les está pasando como en el cuento de “Pedro y el lobo”, con la diferencia de que en el mundo real, el “lobo” (profecías, cambio magnético-dimensional, etc.) nunca llegó, y como todos podemos ver nunca llega. Su teatro se les ha caído, su mentira ha sido descubierta, las personas ya no caerán, tan fácilmente en sus trampas disfrazadas de cuestiones espirituales o fantásticas. Aquí es donde me viene a la memoria la sabia frase: "No hay manera más sencilla de refutar los conceptos pseudo-científicos, más que divulgando la verdadera ciencia. Esta es una actividad que proporciona conocimiento confiable acerca del universo en el que vivimos", del investigador Jorge Armando Romo.

Y es que, a final de cuentas, la conciencia es el conocimiento detallado que el ser humano tiene sobre lo real, sobre sí mismo y su relación con el mundo, que le da la capacidad de diferenciar entre lo bueno y lo malo, y con lo que puede juzgar los eventos y actos que se le presenten. Por ello, después de haber sido testigo de tantos fraudes cometidos por promotores de la desinformación y la mistificación (pseudo-científicos, pseudo-investigadores y hasta pseudo-periodistas), las personas, inteligentemente están optando por dejar de creer en mitos o supersticiones, y han comenzado a buscar en las evidencias que les den la confianza para creer o no creer en las cosas.

Pero debemos de recordar que no es correcto el no creer, simplemente por no creer, pues eso no es más que negacionismo, y eso no te lleva a ninguna parte más que a una cerrazón mental que a la larga puede causar más confusiones que soluciones. El moderno escepticismo te invita a no creer en lo que no tenga veracidad, y solo creer en lo que sí tenga veracidad. Y la veracidad se gana poniendo a prueba las presuntas evidencias de algo, para así descartar o confirmar la certeza de las cosas, y así informarlo. Es ridículo que hay individuos que dicen tener más de 30 años investigando casos de misterio, pero si les cuestionas sobre cuantos casos han resuelto y desmitificado, se sienten ofendidos, pues pones en evidencia su falsa careta de “investigadores”.

Si algo se puede verificar, puede ser creíble, pero aún así, lo recomendable es que otros también pongan a prueba y comparen resultados; si son iguales sus resultados, entonces puede ser cierto, y merece ser creído. Esto no es cuestión de fe, es cuestión de ser digno de credibilidad. No creas en mentiras que te pueden quitar la paz.

Fuente: http://info7.mx/editorial.php?id=2648

05 enero 2013

¿Qué es la investigación de misterios?



Primero que nada, ¿qué es el misterio? El misterio es aquello de lo cual no se tiene alguna explicación lógica o racional, es aquello que nos intriga y plantea dudas cuando se nos presenta. Es la incógnita que se manifiesta ante el individuo y que le reta con la duda al enfrentarlo. El buscar las respuestas a esas múltiples dudas, de eso se trata la investigación de misterios. Entre más respuestas tenga el ser humano sobre este mundo, más dominio y control tiene sobre el mismo.

En otras palabras, el principal objetivo de la investigación de los temas de misterio, es la desmitificación de los misterios, es buscar su explicación lógica y racional a los mismos. Solo hay una forma de hacerlo, y es iendo al lugar mismo donde estos hechos, sin explicación aparente, se dan.

Analizando evidencias, realizando pruebas, sustentando y corroborando datos, solo así se puede llegar a la solución de esas incógnitas que se plantean ante fenómenos anómalos y fuera de lo común, que algunos pueden llamar paranormales o preternaturales, pero que se manifiestan en nuestro mundo, y por lo mismo que suceden en este mundo, y no en otro, sus posibles explicaciones deben de estar a nuestro alcance, pues a final de cuentas, este es también nuestro mundo.

La investigación de campo es una herramienta indispensable en este tema, sin ella sería algo difícil lograr la meta esperada, pues no hay mejor manera de encarar un misterio, que enfrentándolo en el lugar de los hechos, realizando las pesquisas adecuadas para dar respuesta a la duda inicial, y realizar una adecuada desmitificación, descartando o confirmando el fenómeno o suceso investigado.*

*(Mi colaboración al libro "Veracruz El Misterio en Estado Puro" de José Antonio Roldán Sánchez, Ediciones Dédalo (2012).